La ortografía siempre ha sido uno de esos caballos de batalla con los que me he encontrado a lo largo de mi trayectoria como docente. Pasamos muchas horas de trabajo ortográfico. Repetimos hasta la saciedad a lo largo de toda la primaria las reglas de ortografía. Hacemos infinidad de dictados, copiamos una y otra vez las faltas, mandamos cuadernillos específicos de ortografía....... Aún así los resultados no son los esperados. ¿Estaremos fallando en la metodología?
El pasado mes de marzo vi a través de Facebook un curso sobre la mejora de ortografía que se iba a realizar en Valencia a través de la Asociación ACTUAS y por su contenido parecía interesante. Era un plan de ortografía basado en la Programación Neuro Lingüística que mejoraba las faltas de ortografía entre un 50 y un 80 %. Visto así, me pareció tan interesante que no tuve la menor duda en realizarlo.
Actualmente estoy llevándolo a cabo en clase con mis alumnos, el resultado se verá una vez finalizado. Este método, del que es autor Daniel Gabarro, nos hace reflexionar sobre varios aspectos.
En primer lugar el saber como dominamos nosotros la ortografía nos puede servir para ver como podemos enseñarla. Normalmente cuando tenemos que escribir una palabra, el proceso mental que realizamos es "ver" en nuestra mente proyectada esa palabra, en muy pocos casos acudimos a revisar si cumple alguna regla o norma. De hecho cuando dudamos como se escribe una palabra lo que se suele hacer es escribirla de las dos maneras que pensamos que puede ser y al verlas escritas elegimos aquella que más se parece a la imagen que tenemos de ella. Por lo tanto es la parte visual la que más influye a la hora de saber como se escribe una palabra. Ls personas con buena ortografía ven en su mente la imagen de la palabra que quien escribir. Es decir cuando consigamos que nuestros alumnos sean capaces de VER las letras de las palabras entonces tendrán la certeza de como se escriben.
En segundo lugar podemos asegurar que los alumnos con faltas de ortografía siguen un proceso mental erróneo. Probablemente sigan una estrategia auditiva, que es la que seguimos al inicio de la lectoescritura.
