En mi modesta opinión, creo que se ha pretendido mejorar la educación desde una premisa equívoca, en la que se da por hecho que el sistema educativo es únicamente aquello que sucede en la escuela. Los alumnos pasan una parte del día en la escuela, pero debemos entender que el resto del día el alumno sigue formándose y educándose. ¿Acaso no intervienen diariamente en la educación de lo alumnos sus padres, la televisión, las redes sociales, los medios de comunicación, la sociedad en general?
Una muestra clara de este problema lo podemos ver con la tan cacareada ley del plurilingüismo por parte de nuestros políticos. No tiene sentido que se trabajen más horas el plurilingüismo en las aulas si después, fuera del colegio, no hay propuestas, medidas, actuaciones que favorezcan el aprendizaje de una segunda o tercera lengua. Por ejemplo, ¿cuánta difusión en versión original hay en la televisión en España? Nada de nada. Por no hablar de que sirve trabajar la educación en valores si luego vemos de nuevo en la televisión, en cualquier horario, programas que emiten contenidos irrespetuosos, hirientes, de muy baja moral. Y es que nos guste o no, la televisión también forma parte del sistema educativo, y ahí también hay que tomar medidas.
Es por lo que cualquier reforma del sistema educativo debe abarcar más ámbitos, no únicamente el escolar. Nos llevamos las manos a la cabeza cuando comparamos nuestro sistema educativo con el finlandés, pero como una imagen vale más que mil palabras os dejo una viñeta que refleja claramente lo que he intentado transmitir. La escuela es la guinda de un pastel en el que intervienen en otros muchos factores.